ABSTRACT
Este estudio busca explicar el contraste entre la preocupación pública por la extensión del consumo, la producción y el tráfico de substancias ilícitas en la población y las dificultades para establecer programas de prevención en los lugares de trabajo. Se corrobora en una muestra de grandes empresas de la Región Metropolitana el escaso desarrollo de programas de salud preventiva en general, la casi total ausencia de actividades relacionadas con alcohol y otras drogas y los obstáculos para investigar el tema. Se vincula este problema con la cultura organizacional, que define el consumo y el abuso de substancias al margen de la gestión de la empresa, restringiéndolo al ámbito de la conducta privada de los individuos y privilegiando actividades de control y tratamiento. Se postula una concertación no consciente, asentada en representaciones sociales, entre ejecutivos, trabajadores y profesionales de salud para mantener este problema alejado de un enfoque colectivo y preventivo. Se sugiere la conveniencia de enfrentar el problema a través de un enfoque organizacional, que permita aprovechar el mantenido esfuerzo e interés de muchos profesionales y ejecutivos al interior de las empresas de las áreas de bienestar, salud, prevención y recursos humanos, sin incurrir en gastos adicionales